Innovación: clave para el almacén del futuro

Muchas empresas no estaban preparadas para la imprevista y precipitada irrupción de las ventas online en este periodo de pandemia mundial.

Según la Federación de Comercio Electrónico y Venta a Distancia (Fevad), "tras 12 meses de crisis Covid: Las ventas por Internet de las tiendas físicas han crecido dos veces más rápido que la media del mercado, y 3 veces más que las de los sitios pure-player.

Y los consumidores parecen haber adoptado este comportamiento online de forma sostenible. Así pues, las empresas deben pensar en cómo preparar sus almacenes para que puedan manejar un aumento de los pedidos en línea, combinado con un resurgimiento de las compras físicas.

La lección que hay que aprender de estos meses de pandemia mundial es que las empresas que fueron capaces de mantener su negocio son las que ahora están marcando la diferencia en el mercado. De hecho, los periodos de contención revelaron a las empresas más resistentes, que supieron hacer sin problemas la precipitada transición de lo físico a lo virtual.

Ahora que la mayoría de las empresas están resurgiendo y adaptándose a una nueva forma de consumo, es el momento de preguntarse cómo será el almacén del mañana. Cómo será la organización logística en tiempos de pandemia, qué acciones y equipos se están incorporando permanentemente a los procesos?

Un gran reto se refiere a la gestión de pedidos de pequeño volumen, ya que hasta ahora muchos almacenes sólo trabajaban con proveedores o tiendas clásicas (por tanto, con palés). El picking y embalaje de pedidos de pequeño volumen es una gestión totalmente diferente, sobre todo teniendo en cuenta los plazos de entrega.

Los almacenes que no sepan gestionar este tipo de pedidos perderán eficacia. Deben ser capaces de encontrar nuevas soluciones para adaptarse a las nuevas formas de pedidos, además sus formatos se multiplican para responder a los actores de la distribución y a los nuevos retos de la omnicanalidad.

Robotización

La automatización de procesos aumenta el rendimiento del almacén y puede proporcionar capacidad de almacenamiento adicional. La preparación de pedidos puede suponer hasta el 60% de los costes operativos del almacén. La robotización viene a ayudar al operario a encontrar y transportar las unidades necesarias con mayor rapidez.

El robot prepara casi todo el pedido autónomamente para garantizar una entrega en el día, en sólo unas horas, y puede ordenar las existencias en el almacén en altura para ahorrar espacio.

Método "Mercancía al Hombre": el operario se sitúa al final de la preparación del pedido para su montaje. Gana en velocidad para preparar el pedido ya que no tiene que desplazarse más a las estanterías de almacenamiento. Por tanto, se reducen los errores humanos y aumenta la seguridad del empleado.

La robotización acelera el proceso y permite responder rápidamente a la demanda. Se ahorra tiempo, sin chapuzas, lo que también limita el riesgo de devolución del cliente insatisfecho con su compra.

Cabe señalar que, desde el punto de vista sanitario y en tiempos de pandemia mundial, los robots en los almacenes permiten respetar las normas de distanciamiento social y limitar los intercambios entre operarios durante la recogida. Pero los recolectores humanos siguen siendo esenciales para realizar las tareas que el robot no puede hacer. También es capaz de reaccionar ante picos de demanda o acontecimientos excepcionales, mientras que la instalación de una nueva máquina en caso de crisis llevaría demasiado tiempo.

Inteligencia Artificial (IA)

Inteligencia artificial y aprendizaje automático son otros dos elementos importantes en el almacén. Varios métodos de picking ya ayudan a ir más rápido: el picking por lotes, por ejemplo, permite recoger más productos en un solo viaje, pero el operario debe clasificar de nuevo en su zona de picking. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático permiten ir aún más rápido.

Analizando los pedidos de los últimos días, la inteligencia artificial puede predicir con mayor exactitud cuánto tiempo llevará preparar los pedidos del día siguiente para entregarlos a tiempo.

El auge de la nube también acelera los procesos. Al optar por un software basado en la nube, los usuarios del almacén pueden estar seguros de que siempre trabajan con la última versión del software. Se puede acceder a él desde cualquier lugar, por lo que el software no supone limitaciones para los operarios que se desplazan, trabajan desde varios dispositivos o con varias personas.

Esto facilita el acceso de los equipos de almacén a la inteligencia artificial. Implementar nuevas tecnologías y métodos de trabajo es más fácil y más rápido. Y si la empresa no está preparada para el futuro, si sus sistemas y procesos no pueden mantenerse al día dentro del entorno, tendrá dificultades para sobrevivir;

El almacén se convierte entonces en un verdadero lugar de innovación, y la idea seguirá creciendo. Como ha demostrado la crisis sanitaria, la logística es clave para cualquier empresa e invertir en ella merece la pena.