¿Cuál es la industria del futuro y cuáles son sus retos?

En los últimos años hemos asistido a una profunda transformación de las plantas de producción. Esta transformación hacia fábricas conectadas gracias a nuevas tecnologías cada vez más potentes representa el futuro de la industria. Hoy en día, todas las etapas de la producción pueden supervisarse en directo.

La adaptación de las empresas a este nuevo modo de producción se convertirá rápidamente en esencial si quieren seguir siendo competitivas en su entorno. Pero esta transformación representa muchos retos que hay que dominar para realizar con éxito la transición a la industria del futuro.

La industria del futuro

La industria del futuro, también llamada industria 4.0, representa una nueva forma de organizar los medios de producción. Esta industria fomenta la implantación de fábricas 4.0 interconectadas, también llamadas fábricas inteligentes, en las que se producen interacciones entre empleados, máquinas y productos.

La Industria 4.0 es la sucesora de las tres primeras revoluciones industriales (la máquina de vapor en el siglo XVIII, la electricidad a finales del XIX y los ordenadores y la robótica en la década de 1970).

Se basa en un modelo industrial ultra-automatizado comprometido con el cumplimiento de los requisitos de personalización del producto, manteniendo unos costes de producción equivalentes a los antiguos, a pesar de los pequeños volúmenes de producción. Este modelo se basa en los avances tecnológicos.

Retos tecnológicos

La Industria 4.0 combina varias tecnologías disruptivas. Una tecnología disruptiva representa una innovación de una tecnología ya existente o no que, con el tiempo, sustituirá por completo a la tecnología actualmente dominante en el mercado.

Las principales tecnologías disruptivas de la Industria 4.0 son:

• Fabricación aditiva: también conocida como impresión 3D, permite fabricar piezas apilando capas sucesivas. Ahora puede utilizarse para fabricar piezas complejas, para las que la fabricación tradicional puede resultar menos precisa y más lenta.
• Realidad aumentada: esta técnica, diferente de la realidad virtual, permite a sus usuarios añadir información adicional en el mundo real mediante una superposición de visuales desde un dispositivo informático. Este proceso puede ser especialmente útil durante las operaciones de mantenimiento para guiar al técnico en sus acciones.
• Robótica: los robots industriales trabajan en colaboración con los operarios en tareas sencillas, para sustituir al brazo humano y dejar al operario tiempo para concentrarse en tareas más complejas.

El principal reto de la industria del futuro es implantar estas nuevas tecnologías en el ciclo de fabricación de los productos, adaptar la cadena industrial y permitir un uso óptimo de las nuevas herramientas de la fábrica inteligente.

Cuestiones culturales

Hay muchas cuestiones culturales en juego. Para garantizar la correcta implantación de los equipos y conocimientos que exigen las nuevas tecnologías de la industria del futuro, las empresas deben aprender a colaborar con socios clave. Estos socios podrán asesorarlas y acompañarlas en el desarrollo o la transformación de sus plantas. Las empresas no podrán trabajar solas en este cambio, debido a la falta de conocimientos y competencias, y unir fuerzas con otras empresas será la forma de que adquieran los conocimientos y competencias necesarios para el trabajo que tendrán que realizar, de modo que la transición se lleve a cabo rápidamente y de forma óptima.

También será necesario apoyar a los empleados que trabajan en la fábrica para evitar que se instale entre los operarios la imagen de la pérdida de puestos de trabajo por la automatización de la cadena de producción. Hay que apoyarles en la adaptación de sus puestos de trabajo y demostrarles que solo tienen que adaptarse a las nuevas tecnologías, y que sus empleos no corren peligro por la implantación de la fábrica conectada.

Cuestiones de gestión de recursos humanos

Los recursos humanos de las empresas implicadas en la transformación de una fábrica inteligente están sufriendo un vuelco. Tienen que gestionar la transición de los operarios, y también se enfrentan a la necesidad de contar con recursos competentes en los nuevos campos a cubrir. Será necesario recurrir a informáticos, expertos en datos o incluso técnicos para el mantenimiento de las nuevas tecnologías implantadas.

Las cuestiones de recursos humanos están estrechamente vinculadas a las cuestiones tecnológicas. En efecto, en cuanto se implante una nueva tecnología, habrá que asegurarse de que se dispone de los recursos internos necesarios para su buen funcionamiento a largo plazo.

Cuestiones de inversión

La compra e instalación de nuevos equipos representa una inversión enorme para una empresa, que se pregunta cómo se rentabilizarán sus inversiones. En efecto, las empresas quieren que las ganancias vinculadas a su inversión sean concretas, quieren ganar en competitividad y productividad. Sin embargo, las ganancias no son inmediatamente observables. Primero hay que dar tiempo a los empleados para que se adapten a sus nuevos puestos y medios de producción. Después, también es necesario saber medir las mejoras a largo plazo para darse cuenta de los beneficios para la empresa, tras varios ciclos de fabricación.

Los retos de la transición de una industria tradicional a una industria moderna y conectada del futuro son, por tanto, numerosos, pero también constituyen desafíos para que las empresas se adapten a los nuevos métodos de producción y sigan siendo cada vez más competitivas, independientemente de su entorno empresarial.

La cuarta revolución industrial es un paso más hacia la llegada de nuevas fábricas totalmente conectadas y automatizadas, para adaptarse con precisión a la demanda, al tiempo que se optimiza el trabajo de los empleados mediante el ahorro de tiempo y la eficiencia.