5 aportaciones de la tecnología digital al sector logístico
28 de septiembre de 2021
28 de septiembre de 2021
Nunca antes se habían entregado tantos paquetes en la Tierra, y los últimos meses han acentuado el fenómeno. Semejante evolución de la demanda obliga al sector logístico a adaptar su organización para seguir el ritmo del cambio. Atentos ya a la transformación del sector en una cuarta generación, se hace necesario digitalizar las herramientas logísticas para seguir el ritmo.
Por lo tanto, es necesario centrarse en la velocidad y la eficiencia de los procesos desde el almacén y los puntos de almacenamiento avanzados, obteniendo visibilidad sobre todas las plataformas logísticas y los caminos recorridos por el producto, dentro y fuera del almacén. Es en este sentido en el que una industria más inteligente e impulsada digitalmente puede hacer frente a los retos actuales y a las expectativas de los clientes.
En el transcurso de las operaciones, la tecnología digital estandariza todos los procedimientos a seguir, haciéndolos rápidos y simplificados. Equipados ahora con un sistema de codificación estandarizado, cada producto se digitaliza, identifica y registra en un software de procesamiento de datos. Los inventarios se gestionan mejor y las operaciones de entrega se optimizan: la información sobre productos y equipos está estructurada, normalizada y visible para todos.
Una gestión optimizada del inventario conduce a una mejor organización de las entregas, sobre todo porque el número de referencias en los catálogos tiende a multiplicarse. El acceso en tiempo real a los datos permite, por ejemplo, conocer las condiciones del tráfico y la ubicación de los vehículos para gestionar la entrega y la intervención en su totalidad, tener visibilidad sobre cada eslabón de la cadena incluso cuando la mercancía sale del almacén.
Como la tecnología digital hace que la información sea visible para todo el mundo, los clientes también reciben alertas de sus entregas con todo lujo de detalles y tienen una visión de todo el recorrido de su pedido o de la cadena alimentaria de su producto para conocer su terruño. Acceder a todos los datos en tiempo real permite a cada agente económico tener una visión global de lo que ocurre en toda la cadena de suministro, pero también acceder directamente a lo que le concierne y a lo que puede esperar de los demás:
Esto hace que la colaboración entre todas las personas implicadas en la empresa sea eficaz y pertinente.
La productividad también mejora con la tecnología digital cuando limita los errores en la cadena de transporte al permitir que todos tengan visibilidad y trazabilidad sobre cada infraestructura, equipo y producto que entra en juego durante el proceso de producción y logística. Hoy en día en logística, los códigos de barras y las etiquetas RFID son los más utilizados. Estos métodos de codificación y etiquetado de productos agilizan la recepción de pedidos porque los controles son más rápidos y garantizan una trazabilidad completa desde el punto de salida del producto hasta su llegada final al cliente, sin errores y con eficacia.
Además de los controles, la preparación de pedidos es una operación que consume mucho tiempo en el almacén. La tecnología digital ha permitido desarrollar varios métodos para una preparación de pedidos eficaz y sin errores: los dispositivos Pick To Light, por ejemplo, iluminan la posición del artículo y el empleado sólo tiene que mirarlo y ver la cantidad que debe utilizar.
La automatización de ciertas operaciones manuales gracias a la implantación de herramientas digitales en los procesos logísticos permitiría a largo plazo una notable reducción de los costes operativos en el almacén..
La tecnología digital y el Internet de las Cosas (IoT) también están revolucionando el sector logístico al hacer que todo el almacén esté conectado a Internet para que cada objeto pueda informar a su usuario de su estado. Una plataforma IoT centraliza la información de los sensores colocados en los objetos para ordenarlos y enriquecerlos.
La información se procesa entonces en tiempo real, lo que hace más fluidas las acciones que se llevan a cabo: las empresas están siempre alertadas del estado de sus máquinas y saben cuándo requieren una intervención, un mantenimiento o un uso diferente para aumentar la rentabilidad. En este sentido, las operaciones son cada vez menos pausadas por revisiones o intervenciones de los técnicos, lo que a la larga ahorra a la empresa en costes de mantenimiento.
A la salida del almacén, la entrega también se rastrea gracias al IoT para que la empresa pueda seguir su carga y sus contenedores. Por ejemplo, la cámara de a bordo ya está presente en muchos vehículos y se activa ante cualquier acción sospechosa en la carretera (colisión, aceleración rápida, frenada brusca, etc.). La información sobre la conducción se envía directamente a la cadena logística y, en caso de accidente, las aseguradoras actúan sin pérdida de tiempo y permiten un tratamiento rápido del incidente y una aceleración del proceso administrativo para una reducción significativa de los costes de gestión a largo plazo.
A medida que las operaciones se hacen más rápidas y eficientes, la empresa dispone de más tiempo e información para dar al cliente. El cliente está ahora incluido en el círculo de personas que tienen acceso a los datos recuperados de cada objeto para que pueda saber dónde está su pedido, cuándo llegará y quién se lo transmitirá.
Cuando hablamos de industria de cuarta generación, hacemos hincapié en las nuevas tecnologías en la transformación de los métodos de producción. Con esta revolución industrial, nos acercamos al término de cadena de suministro ampliada para hablar de logística colaborativa con una puesta en común entre proveedores, compañeros y clientes. Este último entra por fin en el bucle logístico como un actor importante y tenido en cuenta.
Evitamos la toma de decisiones secuenciales y optamos juntos por las estrategias adecuadas, y esto desde la primera milla. A través del chatbot, la empresa fideliza a sus clientes a un coste menor que con un servicio de atención al cliente ofrecido únicamente por humanos. El cliente puede ser ayudado en cualquier momento del día, por lo que recibe un mejor servicio a un menor coste. Las nuevas tecnologías y la entrega en la última milla también son inseparables para una oferta de servicios digital y personalizada.
Por parte de la empresa, esta inteligencia artificial puede ahora almacenar información sobre el cliente para estudiarla más a fondo, con la idea de proponer cada vez más mejoras en la calidad del servicio al cliente y de los productos de la empresa. Dar información al cliente aporta el mismo beneficio a la empresa, que, gracias a esta comunicación simplificada con el cliente, puede comprender mejor su comportamiento para adaptar las ofertas.
Más que la empresa, son todos los agentes de la cadena de suministro los que se benefician de estas nuevas herramientas digitales, utilizadas colectivamente para optimizar el rendimiento.
Aunque la logística es un sector esencial, sigue siendo uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero. Además de las ventajas organizativas, la tecnología digital también ofrece la posibilidad de reducir la huella ecológica.
Como ya se ha visto, las ventas en línea se disparan y el número de paquetes aumenta. Ni que decir tiene que las plataformas logísticas se amplían para adaptarse a ello y consumen cada vez más energía. El aire acondicionado, la calefacción y la iluminación son instalaciones costosas para la empresa y para el medio ambiente.
Para responder a este problema, la tecnología digital ha traído Building Information Modeling (BIM). Desde el diseño del almacén, BIM se utiliza como modelo digital y centraliza los datos y la información hasta la construcción del almacén y luego durante todo su funcionamiento realizando cambios en tiempo real. Esto permite una mayor visibilidad de toda la plataforma, la reducción de costes y la planificación de la organización del almacén para hacerlo inteligente y eficiente energéticamente.
Esta gestión digital de almacenes se utiliza, por ejemplo, para la gestión de puertas, es decir, para comprobar si las puertas están bien cerradas para evitar cambios de temperatura entre dos salas, especialmente a la entrada de cámaras frigoríficas. Así se limitan las pérdidas de energía y los gastos innecesarios.
Más allá del modelo BIM, la conexión en red de toda la cadena de suministro también contribuye a reducir los costes energéticos. En carretera, la puesta en común de las redes logísticas y la optimización del llenado de los vehículos hasta el punto de entrega reducen el número de vehículos en circulación y, por tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero.
También es más fácil conocer las tendencias del tráfico y, por tanto, elegir las horas de salida de los transportistas en función del vehículo o del precio del trayecto. Los dispositivos a bordo de los vehículos también pueden analizar el comportamiento del conductor para que pueda cambiar su estilo de conducción por otro más respetuoso con el medio ambiente y reducir así las emisiones de gases de efecto invernadero.
La transformación digital de los almacenes logísticos ya es casi completa para los grandes grupos que operan en grandes plataformas. Paralelamente a esta transformación digital, no es en los pequeños almacenes independientes sino en los grandes hubs donde se observa un cambio en el empleo.
Ya ha cambiado la forma de trabajar dentro del almacén. El método "Goods to Man", por ejemplo, consiste en llevar los artículos del pedido al preparador encargado del montaje. Atrás quedó el método tradicional en el que los recogedores deambulaban por el almacén para montar su pedido, ahora los productos llegan directamente al recogedor para que los escanee y finalice el pedido.
Después, han aparecido nuevos empleos con la necesidad que han sentido las empresas de gestionar la llegada de lo digital a cada rama de la logística. Así, se buscan modeladores que se ocupen únicamente del modelo BIM y operarios de mantenimiento que también sean capaces de manejar robots y exoesqueletos. Este cambio provoca un cambio en las expectativas de los empresarios hacia los estudiantes durante la formación. En efecto, la automatización o la inteligencia artificial requieren, además de la comprensión de la cadena de suministro y de los conocimientos técnicos de logística, la capacidad de analizar los datos para aspirar a una optimización económica y productiva del lugar.
Pero si están floreciendo nuevos empleos y formaciones (científico de datos, analista de negocio, etc.) en el sector logístico, algunos puestos están perdiendo sus competencias y, por tanto, están perdiendo su valor y atractivo.
Una vez más, estas transformaciones traen consigo ventajas e inconvenientes, la llegada de los robots y la automatización en general empobrece las tareas del ser humano pero alivia la monotonía en el trabajo, modifica los métodos de gestión pero hace el sistema global más flexible e interactivo con el objetivo de una mejor comunicación e intercambio de información en mayores superficies..
La transformación digital obliga a todos los actores a adoptar soluciones ágiles (Smart Supply Chain) para adaptarse rápidamente. Para lograr una alta eficiencia y expandirse a nuevos espacios que no estaban necesariamente pensados u organizados para su actividad, ahora es imprescindible digitalizar todos los procesos.
Monstock está atento a los retos y necesidades de las empresas (trazabilidad, cadena de suministro ampliada, control de flujos, planificación, inteligencia artificial, etc.) y ofrece una solución digitalizada para la gestión de inventarios y flujos (Smart Supply Chain), que proporciona una solución completa e innovadora para satisfacer a sus clientes, socios y proveedores.
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