Aproveche su cadena de suministro con flujos logísticos optimizados
22 de noviembre de 2021

22 de noviembre de 2021
Los flujos logísticos son el punto clave de la Cadena de Suministro y se refieren a todos los procesos que tienen lugar durante la evolución del producto: desde el diseño hasta la comercialización;
Los flujos logísticos incluyen todas las etapas por las que pasa un producto hasta su comercialización y entrega al cliente. Para optimizar los flujos logísticos, es necesario saber gestionar correctamente sus actividades haciendo que los recursos y la información circulen de forma completa y fluida;
En primer lugar, la eficacia del flujo logístico depende de la planificación realizada en la fase inicial. Es necesario anticiparse a la demanda, conocer sus existencias y optar por las estrategias adecuadas para el transporte, los canales de venta, etc.
En segundo lugar, el flujo logístico sólo puede ser óptimo si los distintos departamentos implicados en la cadena logística se comunican, para crear una colaboración eficiente;
Los flujos internos incluyen todas las actividades llevadas a cabo en la producción dentro del almacén. Corresponde a la circulación de todos los materiales, materias primas y componentes a medida que se procesan, fabrican, transfieren y almacenan para la producción del producto acabado.
El segundo tipo de flujo incluye los flujos externos al almacén. Se trata tanto de los movimientos de materiales a medida que se suministran al almacén (suministro o flujo ascendente) como de los movimientos de salida del almacén hacia el cliente (distribución o flujo descendente);
Para gestionar estos flujos, las empresas optan por estrategias que deciden el ritmo de los mismos :
Evidentemente, una buena gestión de sus flujos permite a la empresa ganar en productividad y aumentar el ritmo de producción evitando errores y ralentizaciones, roturas de stock, malentendidos entre los participantes, etc..
Una buena gestión de los flujos y, sobre todo, una elección bien meditada de su estrategia de gestión (Just-in-time, Just-in-case, etc.) permite una mejor gestión de las existencias. La empresa debe saber si es necesario tener muchas existencias de seguridad (existencias reguladoras para anticiparse a la falta de existencias) o si, por el contrario, puede liberar sus existencias y esperar los pedidos de los clientes;
Una gestión fiable de los flujos logísticos garantiza finalmente un mejor rendimiento de la empresa. Se vuelve competitiva para llegar a mercados más amplios